¿Qué hace mi lindo muchacho de ojos transparentes levantado tan temprano?
¿Qué hace tan temprano y sin invitarme a despertarme con usted?
Levantame. Vamos juntos a esa plaza, y dejate llevar por la psicodelia de la naturaleza ardiente.
Contame como te va. ¿Superaste esas metas o te quedaste estancado?
Contame tus fracasos, hablame de lo que no hablás. No importa la gente, no importa la cantidad.
Vos y yo en el parque y nada más.
El silencio no es incómodo cuando las miradas mantienen viva la conversación. Y la suavidad de tus brazos alrededor.
Agarrame, protegeme. Recordame por qué estamos acá. Recordame por qué no me basta saborear tu boca tres veces más.
Porque cuando somos vos y yo en el parque no importa la hora ni las obligaciones.
Solo importa tu pelo, tu boca y tus pasiones.
Solo importa el calor, y la transparencia. Tu sonrisa y sus mil caras, tu verguenza y tu voz clara.
Saborear tu boca y que no tenga final.