Todavía siento su perfume. Y la sonrisa que se le escapó mientras sellábamos nuestra promesa con un dulce beso… ¡Pero era dulce, eh!… De ésos que me hacían acordar a los caramelos que tanto le gustaban.
Y a ésas tardes de verano donde todo era eterno, y me reconfortaba mirar sus casi amarillos ojos.
Donde su confusión no existía, y ni siquiera conocía la palabra angustia.
Donde cada vez que lo tocaba me sentía más segura…
Donde juraba que a nada le temía, y abrazándolo me quedaba dormida.
Que hermosas palabras, parece como si hubieses plasmado la esena en letras.
ResponderEliminarMuy lindo blog ;3
te sigo
HERMOSO TEXTO! Te deje un premio en mi blog genia :D beso enorme ♥
ResponderEliminarme gusta tu blog te sigo^^
ResponderEliminarte espero en el mio
http://noe-lifephotography.blogspot.com/
Que divina imaginación, que lindo blog! espero que sigas así!♥♥¡Te expresas super!
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