Tal vez lo atrapante de volverse una seductora es el sentimiento de poder, de encanto.
Te encantás a vos misma.
Te parte la cabeza partirles la cabeza.
Tal vez a veces es difícil encontrar el límite entre ser encantadora e ir más allá.
Capaz se vuelve difícil una vez que conocés lo que es sentirse parte de la seducción.
Capaz se vuelve un vicio una vez que conocés lo que sos capaz de dar, hacer, y provocar.
Es difícil una vez que encontrás tu encanto entre tanta decepción, y te sentís más cerca del amor propio, y compartido.
¿Cómo negarse a sentir semejante deleite en el deseo de los demás?
¿Cómo no disfrutar ser parte de eso?
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