Un momento en el que las lágrimas caen cada vez con menos constancia, pero que las aceptamos y seguimos caminando cuando pasa el terremoto.
Es así, la vida. Cuando uno ama con el corazón está, aunque no quiera, está, de una u otra manera. Pero hay momentos que conviene tomarse un respiro para poder estar mejor.
Hoy si me preguntás qué va a pasar no podría responderte, pero puedo asegurarte que estoy totalmente tranquila y segura de lo que sea que suceda.
Hay un momento en el que las idas y las vueltas explotan, cansan, terminan, se apaga el motor.
Hay a un punto límite.
Hay a un punto límite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario