La esperanza es lo último que se pierde (si es que se pierde),
Dejar de pensar se puede volver difícil, hasta que se vuelve costumbre.
Ayuda a ser fuerte y aguantar algo que nos traerá bien, si se aguanta el mal rato. Aunque si te ponés a pensar, ¿cuál es el mal real? 
Dura depende qué tan fuerte hayan sido los sentimientos hacia la persona, y qué tanto la involucraste en tu vida.
No sé qué esperar de una persona con la que me encapriché tantos años. Nunca voy a entender a qué viene mi obsesión, pero no puedo negar que me divierte.

Simplemente no te quiere.
Real, y seco. Simplemente no es para vos.
A veces se vuelve más difícil el aceptar cuánto lo querés que el aceptar que él no.
A veces se te atora en la garganta cuando lo estás diciendo, pero se te queda en el estómago si no lo decís:
  Simplemente yo te quiero. 

Real, y seco. Simplemente quiero que seas para mí.
Y no está mal decirlo, no está mal sentirlo.
Está mal ocultartelo y tragartelo para siempre. 
Me gusta tu sonrisa, tu voz, tu mirada, tu guitarra, tu pasado, tus miedos, tus ratos, tus males, tu sinceridad, tu libertad. 
Adoro tenerte cerca, sentir que estamos en conexión, disfrutar de lo que disfrutás, hacerte reír, querer escaparnos. 

Detesto aceptarlo. Renunciar, otra vez. La tarea que me sé de memoria.