increíblemente rebelde como para aguantar mis propias prohibiciones.
¿Qué puedo decir de mis prohibiciones? ¿Acaso traen algo bueno consigo? Más allá de la adrenalina que corre por todo mi cuerpo, del corazón latiendo cada vez más fuerte...
¿Acaso romper con mis propios Prohibido me hace sentir viva? Entonces algo bueno tiene.
Detrás del límite hay otro límite, invisible, que tenés que sentir, porque si seguís podés irte al vacío.
Y tener en cuenta que la adrenalina pasa a ser tu peor pesadilla si no sabés hasta donde llegar.
Por eso, cuando leas un cartel con Prohibido entrar, pensá dos veces si realmente vale la pena morir por intentar vivir.
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